Unidades de estado sólido (SSD) con diferentes formas. Tanto los discos duros SSD M.2 como los discos duros SSD SATA son tipos de unidades de estado sólido (SSD) que ofrecen una serie de ventajas en comparación con los discos duros tradicionales. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes entre los dos tipos de unidades.
Unidades de estado sólido (SSD) con diferentes formas.
Factor de forma: Una de las principales diferencias entre los discos duros SSD M.2 y SATA es su factor de forma. Los discos duros SSD SATA tienen un formato similar al de los discos duros tradicionales, con una carcasa de plástico rectangular que se conecta a la placa madre a través de un cable SATA. En cambio, los discos duros SSD M.2 tienen un factor de forma más pequeño y delgado, lo que los hace ideales para equipos portátiles y otros dispositivos donde el espacio es limitado.
Velocidad de transferencia: Los discos duros SSD M.2 ofrecen velocidades de transferencia más rápidas que los discos duros SSD SATA, gracias a que se conectan directamente a la placa madre a través de un puerto PCIe. Esto permite a los discos duros SSD M.2 alcanzar velocidades de transferencia de hasta 4 GB/s, en comparación con los 550 MB/s de los discos duros SSD SATA.
Capacidad de almacenamiento: Los discos duros SSD SATA están disponibles en capacidades de almacenamiento más grandes que los discos duros SSD M.2. Esto se debe a que los discos duros SSD SATA utilizan el factor de forma más grande para acomodar más chips de memoria NAND, mientras que los discos duros SSD M.2 están limitados por su tamaño más pequeño.
Unidades de estado sólido (SSD) con diferentes formas.
En resumen, los discos duros SSD M.2 son más pequeños y ofrecen velocidades de transferencia más rápidas, pero tienen capacidades de almacenamiento más limitadas en comparación con los discos duros SSD SATA. La elección del tipo de unidad depende de las necesidades específicas del usuario, como el tamaño y el rendimiento del dispositivo.
Discos duros SSD SATA.
Discos duros SSD M.2.
A continuación te mostramos pistas para saber si tu equipo puede funcionar con un SSD SATA o bien el SSD de factor de forma M.2.
Conectores.
Los discos duros SSD SATA utilizan un conector SATA (Serial Advanced Technology Attachment) para conectarse a la placa madre de un ordenador. El conector SATA es un conector de datos estándar que se utiliza en discos duros, SSD y otros dispositivos de almacenamiento.
El conector SATA es de forma rectangular y tiene una longitud de aproximadamente 4,5 centímetros. Hay dos tipos de conectores SATA: uno de 7 pines y otro de 15 pines. El conector de 7 pines se utiliza para conectar dispositivos SATA de datos, como discos duros, mientras que el conector de 15 pines se utiliza para conectar dispositivos SATA de energía, como discos duros y unidades ópticas.
La mayoría de las placas madre modernas tienen varios conectores SATA integrados, lo que permite conectar múltiples dispositivos de almacenamiento SATA, como discos duros y unidades de DVD/CD. Además, hay adaptadores disponibles que permiten a los usuarios conectar discos duros SSD SATA a puertos M.2 o PCIe, lo que puede mejorar aún más el rendimiento de la unidad.
Conector hembra para discos duros SSD SATA.
Los discos duros de factor de forma M.2
Los discos duros SSD M.2 utilizan un conector M.2 para conectarse a la placa madre de un ordenador. El conector M.2 es un conector de alta velocidad que se utiliza en discos duros SSD, así como en tarjetas Wi-Fi y otras tarjetas de expansión.
El conector M.2 es de forma rectangular y tiene una longitud de aproximadamente 3 centímetros. La mayoría de los discos duros SSD M.2 tienen un ancho de 22 mm y están disponibles en varias longitudes, desde 30 mm hasta 110 mm.
El conector M.2 se conecta directamente a la placa madre a través de un puerto PCIe, lo que permite que los discos duros SSD M.2 alcancen velocidades de transferencia muy altas. Además, algunos discos duros SSD M.2 también pueden utilizar el protocolo NVMe (Non-Volatile Memory Express) para mejorar aún más el rendimiento de la unidad.
Es importante destacar que no todos los ordenadores tienen puertos M.2, por lo que puede ser necesario adquirir un adaptador o una tarjeta de expansión para utilizar un disco duro SSD M.2 en un sistema que no cuenta con este tipo de puerto.
El SSD M.2 va sin cables y se conecta directamente a la placa madre a través de un puerto PCIe.